Adiós al hijo del telegrafista

Gabriel García Márquez, el colombiano más importante de todos los tiempos y uno de los máximos exponentes de la literatura latinoamericana y universal del Siglo XX,  murió este jueves 17 de abril de 2014 a las 3 p.m. a los 87 años en su casa de Ciudad de México, luego de soportar un proceso infeccioso pulmonar que lo mantuvo hospitalizado desde el 31 de marzo pasado.

Gabo, como lo conocía el mundo entero, elevó el nombre de Colombia a lo más alto de la literatura universal al ganar el Premio Nobel en 1982. La salud del creador del llamado realismo mágico, corriente literaria donde la cotidianidad está cargada de hechos fantásticos, se deterioró aún más tras luchar contra un cáncer linfático que le invadió pulmones, hígado y ganglios, según reportó el periódico El Universal, de México.

Rafael Tovar, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), la máxima autoridad cultural de México, confirmó el fallecimiento del autor en declaraciones a la televisión. “Es un hombre que ha entrado a la eternidad y a la universalidad. Estoy convencido de que es una de las grandes figuras de las que nos tocó ser contemporáneos”, afirmó Tovar.

Las primeras informaciones fueron difundidas por medios mexicanos, citando fuentes de la familia. Pronto se confirmó la partida del hombre detrás de 11 novelas, 43 libros de cuentos y relatos, tres guiones de cine, y millones de lectores seducidos con su imaginación.

Nacido en Aracataca, Magdalena, el 6 de marzo de 1927, el hijo de Gabriel Eligio García y de Luisa Santiaga Márquez Iguarán repetía constantemente que “nunca, en ninguna circunstancia, he olvidado que en la verdad de mi alma no soy nadie más ni seré nadie más que uno de los 11 hijos del telegrafista de Aracataca”.

Gabo, que hizo parte del boom latinoamericano junto a escritores como Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, había sido dado de alta el 8 de abril pasado. Por la edad del periodista y escritor, los médicos que lo atendían le habían suspendido el tratamiento oncológico, por lo que su esposa Mercedes Barcha y sus familiares más cercanos decidieron trasladarlo hasta su residencia en el Distrito Federal, en donde estaba recibiendo cuidados paliativos.

Un coche fúnebre en el que se cree van los restos del escritor colombiano Gabriel García Márquez salió hoy del domicilio del autor minutos después de las 17.00 hora local .

El vehículo había ingresado media hora antes a la vivienda, en el sur de la capital mexicana. No hay una confirmación plena de que la camioneta fúnebre, de color gris, esté transportando los restos del Premio Nobel de Literatura 1982.

Decenas de periodistas siguen a la espera de que algún representante de la familia o del equipo médico que le atendió dé detalles sobre el fallecimiento, hoy, del autor colombiano, de 87 años.

Eran cada vez menos frecuentes las apariciones públicas del hombre que imaginó un pueblo llamado Macondo, que pasaría a ser considerado el espejo de toda Latinoamérica. Los lectores se podían ver retratados en él, y en obras como El amor en los tiempos del cólera, El coronel no tiene quién le escriba, El otoño del patriarca y Crónica de una muerte anunciada, entre muchas otras.

En su último cumpleaños, García Márquez, que siempre reconoció que su obra estuvo influenciada por autores como William Faulkner, Ernest Hemingway, James Joyce y Virginia Woolf, salió a la puerta de su residencia en Ciudad de México, en donde vivía hace 30 años. Allí saludó a los periodistas y otros admiradores que lo aguardaban para cantarle Las mañanitas, y le regalaron flores amarillas, sus favoritas, como las mariposas que volaban en el pueblo que imaginó.

En los últimos años de su vida, la producción literaria del periodista, guionista, novelista y cuentista, menguó. Su última novela corta fue Memoria de mis putas tristes, publicada en 2004. Falleció tras 87 años de historias, que durarán para la eternidad.