Las vidas que tocaron a García Márquez

Repaso de las personas, familiares y amigos que intervinieron en la vida del prodigioso escritor y ayudaron a edificar la leyenda que se construyó en torno a él.

Gabito y sus abuelos

Gabriel García Márquez, o Gabito como lo conocían en la intimidad de su casa, fue dejado desde muy pequeño al cuidado de sus abuelos maternos en Aracataca, mientras sus padres, Gabriel Eligio y Luisa Santiaga, probaban suerte en Barranquilla.

Tranquilina Iguarán

La de su abuela fue una presencia que inundó a Gabo de temores y supersticiones, que serían luego materia prima en su obra. Doña Tranquilina tenía por costumbre hablar con muertos, percibir presencias e interpretar sueños que determinaban cómo se iban a desarrollar las rutinas del hogar. Este rasgo lo heredaron muchos personajes femeninos en la obra del escritor.

Nicolás Márquez

Un militar retirado y la primera figura masculina fuerte que García Márquez recibió en su vida. Le contaba historias de batalla, incluidos sucesos heroicos de la Guerra de los Mil Días y los sombríos hechos tras la masacre de las bananeras. El joven Gabito los recibía con asombro y admiración. Muchas de las vivencias al lado del coronel inspiraron pasajes en sus escritos, como el del primer contacto con el hielo que abre ‘Cien años de soledad’, incluso él mismo inspiró una novela: ‘El coronel no tiene quien le escriba’.

Gabriel Eligio y Luisa Santiaga, los padres

Esta es una de las relaciones más inconstantes en la vida de Gabito. Desde temprana edad tuvo que asumir su abandono y la separación del hogar, ya que él y su hermana Margot crecieron durante sus primeros 10 años al lado de sus abuelos. Gerald Martin, autor de la biografía ‘Una vida’, escribe: “(...) dejó a Gabito en el caserón con sus abuelos, sentenciándolo así a asimilar este abandono, a vivir esta ausencia, a explicar esa inexplicable secuencia de acontecimientos y, mediante la elaboración de esa historia, de algún modo a forjarse una identidad”.

Carlos Fuentes

Los presentó Álvaro Mutis en México, estando el autor recién llegado a la ciudad. El artífice de la obra ‘La región más transparente’ sintió mucha curiosidad por la presencia de ese colega que ya para entonces era célebre gracias a ‘La hojarasca’. Los unieron viajes y muchas anécdotas sobre las que escribió: “García Márquez era un nuevo descubridor, un bautizador del nuevo mundo, hermano de Núñez de Balboa y Fernández de Oviedo, de Gil González y Pedro Mártir, en la tarea interminable de darle nombre a América”.

Rafael Escalona

Formaron parte del emblemático Grupo Barranquilla y los unió un lazo muy cercano hasta la muerte del compositor vallenato. La misma Mercedes Barcha describió la amistad como “fiel”. Solían irse de correría por caseríos y veredas: “Le encantaba cantar, y lo hacía mejor que nadie. Me pedía que le presentara a los viejos para que le echaran cuentos”, aseguró Escalona en entrevista con ‘El Tiempo’, en 2007.

Sus hijos, Gonzalo y Rodrigo

A un año de casarse con Mercedes Barcha, nació Gonzalo, en medio de un viaje por el sur de Estados Unidos, en el que el Nobel buscaba familiarizarse con los paisajes que inspiraron al poeta Faulkner. García Barcha, hoy director de cine y televisión, tiene en su haber varias películas. “Por su influencia tengo la inclinación a contar historias. Esa es la forma en la que me sigue ‘dominando’, por decirlo de alguna manera”, aseguró de su padre en una entrevista. Gonzalo, por su parte, nació cuando la familia ya estaba radicada en Ciudad de México, en 1963. Hoy se dedica al diseño gráfico, convirtiéndose en heredero de la temprana afición de su padre por la ilustración y el dibujo.

Amigos cercanos

Según Mario Vargas Llosa, Gabito sin sus amigos “sería quizá aún hoy un escritor inédito”. Fueron ellos los que lo animaron, lo criticaron y le recordaron sus calidades como escritor. A Plinio Apuleyo Mendoza lo conoció durante el internado colegial en Zipaquirá. El periodista cuenta que fue Mercedes Barcha quien le anunció que sería padrino de Rodrigo, antes de que este naciera. Mendoza fue una especie de ángel guardián en la vida del Nobel, en especial durante las épocas de escasez de su corresponsalía en París para Prensa Latina. Otro amigo del alma fue Álvaro Mutis. Se convirtió en uno de los más crudos críticos de su obra y le aportó inspiración. “Yo mismo no podría decir qué tanto hay de él en casi todos mis libros, pero hay mucho”, reconoció Gabito.

Los hermanos

El Nobel fue el primero de los once hijos e hijas del matrimonio García Márquez. El escritor tuvo una relación más estrecha con Margot, que también fue criada en el hogar de los abuelos Márquez, en Aracataca. Aída, la cuarta, se atrevió a revivir las historias del escritor en la obra ‘Gabito, el niño que soñó Macondo’. “Estoy orgullosa del libro porque es una etapa de la vida de Gabito que nadie puede decir que eso no fue así. Son vivencias de la época”, dijo la debutante escritora en entrevista con Kienyke.